Definirse uno mismo es algo complicado, que podría contar alguien de si mismo sino cosas buenas.
Tengo abundantes recuerdos desde enano rodeado de cámaras, objetivos, y aquellas cajitas de plástico redondas de los carretes de fotos que usábamos para jugar, aunque por aquel entonces no le daba mayor importancia a todo esto. "La Foto”, así la llamábamos en casa era un sitio mas donde parar a merendar.
Mucho tiempo después, cuando acababa mis estudios de electrónica surgió la oportunidad de colaborar en la empresa familiar haciendo vídeos de boda. Lo que en principio iba a ser una ocupación temporal termino despertando mi interés por el mundo del audiovisual, tanto que podemos decir que termino atrapándome.
La capacidad de las imágenes y los sonidos para sugerir, ocultar o mostrar ideas, sensaciones y las infinitas maneras de poder jugar con la luz derivó en pasión por una profesión que ya no puede separase de lo que uno es, al fin y al cabo nuestros pensamientos están compuestos en gran medida por imágenes.
Los últimos años han sido de una evolución casi frenética como en muchos otros ámbitos acelerada por internet y la tecnología. Esto nos ha permitido dar saltos enormes en calidad y acabado de los trabajos pero incluso mas importante ha sido el poder compartir proyectos, aprendizajes y experiencias con videógrafos y fotógrafos de cerca y de lejos , permitiéndonos crecer no solo en el plano técnico sino mas si cabe en el plano narrativo y creativo, combinar su amistad con la inquietud por evolucionar y diferenciar nuestros trabajos ha sido el gran salto.
Y como esto no para ¿que queda por delante? Lo mejor , aprender, aprender y aprender.
Santiago Antonio Pérez